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Los Jardines Borghese se crearon en el siglo XVII en los terrenos de los viñedos del cardenal Escipión Borghese. Dentro de los jardines se encuentra la Villa Borghese, que le perteneció. El extenso parque municipal es de acceso gratuito y permite descansar del calor en verano.

El mejor lugar para admirar la hermosa Piazza del Popolo es situarse de espaldas a la puerta principal, visible en el extremo norte, con el obelisco y las dos iglesias delante. La plaza fue diseñada por el arquitecto francés Giuseppe Valadier a principios del siglo XIX, entre 1811 y 1882. El obelisco de 34 metros de largo que se alza frente a la plaza, incluida su base, procede de Egipto y es un homenaje a la victoria del emperador Augusto sobre Egipto.

La Plaza de España es uno de los lugares más famosos del mundo. Esta zona incluye la antigua «Platea Trinitas» (área abierta de la Trinidad), que en su día albergó las embajadas francesa y española. Quizás fue la presencia de diplomáticos franceses y españoles lo que contribuyó al nombre de la plaza
y al cambio estilístico de la zona, majestuosamente diseñada por algunos de los más grandes artistas de los siglos XVI y XVII.

La fuente más famosa de Roma, y quizás del mundo entero. Esta obra de arte barroca representa al dios de los mares, Neptuno, rodeado por las deidades marinas Tritones. A ambos lados hay estatuas que simbolizan la abundancia y la salud. Neptuno aparece montado en un carro enjaezado a dos criaturas, una combinación de caballo y pez. Una está agitada y la otra en calma, simbolizando la tormenta marina y la tranquilidad del mar.

Fue construido en el año 135 d.C. por orden de Adriano, que quería que fuera el mausoleo de la familia imperial. Sin embargo, el emperador Marco Aurelio, que reinó del 161 al 180 d.C., decidió convertirlo en una fortaleza de crucial importancia para el control de toda la ciudad.

La Basílica de San Pedro es la iglesia cristiana más importante del mundo. Todo comenzó a principios del siglo XV, cuando Julio II decidió demoler la antigua basílica de la época de Constantino. Se terminó justo 100 años después, en un plazo de diez años, y cuenta con una magnífica cúpula de Miguel Ángel y una fachada barroca de Carlo Moderno. El proyecto fue completado por Gian Lorenzo Bernini y finalmente se inauguró en 1626.

La Piazza Navona es una de las plazas más bellas de la Roma barroca, pero su historia se remonta a la Antigüedad. En la época romana fue el antiguo estadio de Domiciano, construido en el siglo I d.C., que podía albergar a unos 30.000 espectadores y tenía 275 metros de largo y 106 metros de ancho.

El edificio original data del 27-25 a.C., cuando el yerno de Augusto, Ottawa Agripa, lo construyó a los dioses por su victoria sobre los persas. Tras ser incendiado en el año 80 d.C., fue reconstruido por el emperador Adriano en 125 d.C. El templo de cúpula circular representa en gran medida la respuesta de la antigua Roma a la arquitectura de alta tecnología.

Situada en el centro de la ciudad, la Piazza Venezia se construyó junto al renacentista Palacio Veneciano, que pronto se convirtió en la sede del Papa Pablo II. Su forma actual se creó en el siglo XX, cuando se terminó la estatua ecuestre de Víctor Manuel II y se reconstruyó el palacio. El patio renacentista fue sustituido por pintorescos jardines.

Se trata de un antiguo teatro romano cuya construcción se inició en tiempos de Julio César, quien anunció la construcción del teatro y lo dedicó a Marcelo. El Teatro Marcelo es uno de los edificios públicos más antiguos que se conservan en Roma. Su construcción es muy similar a la del Coliseo, que se inspiró en él.

La plaza más antigua de Roma, también conocida como Forum Magnum. Fue el centro político, religioso, comercial y social más importante de la antigua Roma. Se construyó en el siglo VI a.C. y a su alrededor se erigieron muchos edificios importantes, como el templo de Saturno, la tribuna, el templo de Vesta y la casa de las Vestales, así como la casa del sumo sacerdote y los archivos.

Es el símbolo más reconocible de Roma en todo el mundo. Situado en pleno centro, cerca del Foro Romano. El Coliseo, o más bien el Anfiteatro Flavio, fue construido en el año 80 d.C. por orden del emperador Vespasiano, que procedía de la familia Flavia. El Coliseo fue el mayor anfiteatro del Imperio Romano, con capacidad para 50.000 espectadores. En el Coliseo no sólo se celebraban combates de gladiadores, sino que también se representaban obras de teatro y se celebraban juegos.

La más famosa de las siete colinas de Roma, que según la tradición se cree que es el emplazamiento de la Roma quadrata, o el asentamiento romano más antiguo. Según la leyenda, una loba alimentó a Rómulo y Remo en una cueva del Palatino llamada Lupercal.

Los amantes del automovilismo se preguntarán de dónde surgió la idea de una pista ovalada en la época romana. Era el escenario de las popularísimas carreras de caballos, que constituían uno de los elementos de entretenimiento junto a los combates de gladiadores.

Ahora te encuentras en la Piazza dei Cavalieri di Malta, la plaza de los Caballeros de Malta. La puertade la misma pertenece a la Villa del Priorato de Malta y desde su perspectiva puedes disfrutar de una magnífica vista en la que se divisan simultáneamente tres países -Malta, Italia y el Vaticano- en una sola línea.

En el vestíbulo de la Basílica de Santa María in Cosmedin de Roma se encuentra un bloque de mármol en forma de medallón que representa un rostro barbudo. Según la leyenda, la persona que deslice la mano en la boca abierta de la piedra y mienta perderá la mano.

La «Isla Tiberina» es una pequeña isla que se creó, según la leyenda, arrojando pajares desde Campo Marzio a las aguas poco profundas. Fue elegida como lugar de culto del dios de la medicina Esculapio (simbolizado por una serpiente), traído a Roma desde Grecia tras la peste del 292 a.C.. Gracias a ello, también recibió el nombre de Isla de Esculapio, por lo que pronto se estableció en ella un hospital, tradición que se mantiene hoy en día gracias a la presencia del Hospital Fatebenefratelli.

Es una de las iglesias más antiguas de Roma y la primera dedicada a Nuestra Señora. El iniciador de la construcción, según la tradición, es el Papa Calixto I (217-2222). La iglesia se construyó en el lugar donde, en el año 38 a.C., supuestamente se produjo un milagro al brotar aceite que fluyó hasta el Tíber. Más tarde se interpretó que este acontecimiento anunciaba el nacimiento de Jesús.